Escribiendo una novela on-line

Bienvenidos a la cocina de una novela. Dia a dia, encontraran publicado el refinamiento del material original de mi novela "Santana". Que lo disfruten.

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Location: Las Palmas de Gran Canaria, Las Palmas, Spain

Supongo que me parezco a lo que imaginan de mi mis lectores.

Friday, September 16, 2005

¿Y ahora que?

Me han llegado correos de gente que consideraba que con el fin de Ana Santana su vida ya no tenía sentido. Alguno incluso juraba que de encontrar el viejo hotel de la calle San Lorenzo iría hasta la ultima habitación y abriría la ventana de par en par para arrojarse tras los pasos de nuestra heroína. A esos talibanes de Santana dejenme decirles: No sean tan extremos. La vida aún puede depararles maravillosas sorpresas.
Sin ir más lejos tal vez comienze a publicar otra obra. Asi es que si quieren mandarme sus correillos prometo avisarles cuando comienze nuestro siguiente encuentro literario. Pero ya que estamos y saliendonos de la literatura para entrar en la más pura realidad, dejenme contarles una inquietante historia sin final que estoy viviendo por estos días.
Sabran ustedes que yo vivo desde hace unos añetes en Las Palmas de Gran Canaria. Bien, en el corazón de Triana, más precisamente en la intersección de las calles Viera y Clavijo y Buenos Aires hay un negocio que vende instalaciones de cocinas. Y a pocos metros un bareto donde suelo ir a escuchar buen jazz artesanal. Resulta ser que noches atras a alrededor de la una de la mañana pasé por la esquina en cuestión. Como estoy aún terminando las reformas de mi casa me detuve en la vidriera de la casa de cocinas. Estaba observando interesadamente una isla de madera cuando en el reflejo de la vidriera vi una mujer de poderoso culo. Desde siempre yo, en la dicotomia entre culonas y tetonas (las mujeres que tienen buenas tetas y buen culo no existen) he elegido a las primeras. Hago este comentario personal para que entiendan porque inmediatamente deje de posar la vista en la isla de teca para concentrarme en intentar aumentar la resolución de la imagen del maravilloso culo que tenía a mi vera. Así es que viendo en el reflejo que la dama se alejaba giré sobre mi mismo para permutar la imagen virtual por la real. A estas alturas Ustedes ya estarán pensando ¿pero este boludo me hace perder mi valioso tiempo para contarme que vio una mina que tenía un buen culo?
Y la respuesta es no. Y eso es lo más inquietante. Al girarme para verla irse caminando no vi más que la calle vacía. Busque con la vista en la vidriera y alli seguía alejándose pero no había ningún correlato en la dimension que habitaba yo. De hecho estaba solo en la calle. Permanecí todavía unos instantes y finalmente empecé a caminar hacia casa. En la noche solo se oían mis pisadas por Buenos Aires, calle arriba.

Escribanme. Seguimos en contacto.

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